Medidas contra incendios

El proyecto

Antiguamente, los bosques de Baleares se gestionaban con aprovechamientos forestales. Esta gestión eliminaba los excesos de vegetación del sotobosque y reducía el material combustible. El aprovechamiento forestal de leña, tanto para combustible de uso humano como para los hornos de cal, carbón y la pastura controlada y sostenible de especies animales como ovejas y cerdos, era rentable en los antiguos modelos de gestión.

La pérdida de rentabilidad de estas actividades económicas ha provocado un abandono de la gestión general de las masas forestales incrementando el riesgo de incendios y su virulencia cuando estos se producen. Además, el abandono de las tierras más magras y de las prácticas agrarias tradicionales menos rentables ha dado lugar a un proceso de deforestación no intencionada de antiguas zonas de cultivo. Como consecuencia, la masa forestal ha aumentado de una forma descontrolada dando lugar a un incremento importante del riesgo de incendios forestales.

Los incendios forestales suponen cambios en el ciclo del agua, una pérdida casi irreparable de biodiversidad y de suelo para los ecosistemas, poniendo a su vez en peligro a la población asentada dentro de las masas forestales.

Por este motivo, el objetivo del proyecto Medidas contra incendios es poner en marcha una ayuda económica para fomentar que los agricultores y los titulares de explotaciones agrícolas y forestales lleven a cabo acciones de limpieza y aprovechamiento de la masa forestal susceptible de ser propagadora de incendios, de acuerdo al IV Plan General de Defensa contra Incendios Forestales de las Illes Balears.

En este contexto y de acuerdo con la medida 8.3. Prevención de los daños en los bosques producidos por incendios del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020, también se exigirá a los beneficiarios de la ayuda una valoración de los restos forestales extraídos para contribuir a una mejora en la eficiencia energética y en la mitigación del cambio climático.

Entre los beneficios del proyecto encontramos aspectos económicos, ya que supone un ahorro para la administración en las tareas de prevención y extinción de incendios. Ahora bien, también tiene repercusiones muy importantes sobre el medio ambiente y el paisaje, además de mejorar la seguridad de las zonas boscosas y el ocio que en ellas se desarrolla. Otros aspectos a tener en cuenta son los problemas ocasionados en las zonas quemadas como la pérdida de suelo, la escorrentía o las tareas de reforestación.