El proyecto
Port de Sant Miquel es el foco turístico principal del municipio de Sant Joan de Labritja. Sin embargo, no dispone de una red de suministro pública de agua destinada al consumo humano, abasteciéndose de captaciones privadas.
Por otro lado, este agua se distribuye a través de una conexión directa a la red de suministro, lo que no es aconsejable desde un punto de vista sanitario, puesto que no se puede garantizar la acción desinfectante y, en consecuencia, la calidad del agua distribuida en la población.
Con este proyecto se construirá un depósito de 2.000 m³ para almacenar el agua antes de su distribución, la separación y renovación de la infraestructura de transporte y la incorporación del Port de Sant Miquel en la red pública de suministro de agua, un área turística con cerca de 1.500 plazas hoteleras. La capacidad del depósito se ha calculado teniendo en cuenta la demanda actual y futura diaria de ambos puntos de suministro, lo que garantiza el abastecimiento durante al menos 24 horas en caso de avería en la red de transporte del agua desalinizada o parada accidental de la planta desalinizadora.
Así, se garantizará un suministro fiable para todos, en condiciones de calidad y continuidad, puesto que el depósito se instalará en una zona situada a 200 metros sobre el nivel del mar. De esta forma, se cumple la condición de suministrar por gravedad, lo que garantiza presiones estables y mejora la eficiencia del sistema. Además, la nueva red mejorará el rendimiento, ya que contará con sistemas de telecontrol situados en el mismo depósito y en las redes, que permitirá detectar rápidamente consumos anómalos y averías.