El proyecto
La Ley 10/2019 de cambio climático y transición energética de las Islas Baleares establece objetivos de eficiencia energética del 40% para 2050 y una penetración de energías renovables del 100%. Esto permitiría una reducción total de las emisiones de gases de efecto invernadero y, por tanto, alcanzar los objetivos climáticos de los Acuerdos de París. Sin embargo, las Islas Baleares continúan con un nivel bajo de implantación de energía renovable, por lo que es necesario acelerar el proceso.
Además, la guerra de Ucrania ha evidenciado la enorme fragilidad y dependencia del sistema energético balear, lo que hace necesario democratizar el acceso a la energía. En este sentido, las energías renovables se convierten en una herramienta imprescindible para combatir el cambio climático y, al mismo tiempo, bajar la factura eléctrica, garantizando una mayor resiliencia de la provisión de energía frente a conflictos geopolíticos.
A su vez, esta ley prioriza el uso de energía renovable en áreas urbanas, con el objetivo de minimizar el consumo del territorio. En este sentido, las regulaciones sobre autoconsumo permiten la conexión de instalaciones de energía renovable con consumidores situados en un radio de 500 metros a través de las redes de distribución sin tener que pagar un peaje. Esto posibilita el aprovechamiento de la energía renovable de forma similar a si las instalaciones fueran ubicadas directamente en los techos de los edificios.
Con este proyecto se pretende impulsar proyectos de autoconsumo compartidos situados en entornos urbanos, como cubiertas y espacios públicos, centros educativos o aparcamientos. Así, el aprovechamiento energético se destina mayoritariamente a particulares y empresas del entorno, contribuyendo a la reducción de su factura eléctrica. Además, la explotación de las instalaciones dará acceso a vecindarios a energía eléctrica a precio de coste, permitiendo ahorros anuales en su factura de cerca de 300€.